El estado actual de las cosas en 2022

Pensemos por un instante en el ciudadano promedio, el señor Jose. El señor Jose paga sus impuestos, confía en el Estado de Derecho, en la policía y los servicios básicos, no pude contemplar otra cosa. Para él, si hay cualquier problema en el horizonte, el Gobierno y sus hombres y maquinaria intervendrá siempre que sea necesario.

Si el problema es financiero, el Estado siempre podrá ofrecer una ayuda en alimentos, en pagas asistenciales, en alojamiento social y escuelas sufragadas para los pequeños, en una sanidad básica.

Si hay una emergencia, sus equipos acudirán, y si hay disturbios, la policía los sofocará con el uso de la violencia.

El señor Jose es alguien “normal”, en el sentido de que se ajusta al grupo, sin embargo cabe preguntarse… esta normalidad, es racional?

El desempleo, la violencia, las situaciones de emergencia, la guerra en el horizonte, las posibles hambrunas globales y regionales, la emergencia de una era vírica, la posibilidad abierta de una conflagración nuclear, son todo ellos asuntos que hoy están ardiendo a pleno incendio ante nuestros ojos, y el Estado no nos podrá garantizar su resolución (a veces, o casi siempre, su misma existencia es parte del problema, como en la construcción de guerras, la represión por motivos poco claros, la emisión de deuda pública, la promoción del egoísmo y del capitalismo, el odio social entre hombres y mujeres, o la inmigración de masas).

Todas estas cosas indeseables que nos hacen más frágiles, más dependientes, más vunerables, pobres, desarraigados y abusados, son la nueva realidad.

La evolución esperable de las cosas

La situación no irá a mejor sin una transformación global y espiritual de las personas, que, desengañémonos, dista mucho de dejarse entrever siquiera.

La realidad es que estamos ante una situación de Apocalipsis y que es al OTRO LADO de la catástrofe que podríamos -si cabe- encontrar un halo de luz, un cielo azul abierto entre tanta tormenta.

Debemos por tanto ESTAR PREPARADOS para sobrevivir.

Y no solo estar preparados para sobrevivir ante la emergencia, (tal o cual tipo de emergencia), sino para reconstruír el mundo, ante una nueva necesidad antropológica, social y económica, aprender a respetarnos, a colaborar sin el Estado, a disponer de nuestros alimentos, de nuestra capacidad energética, de nuestra autosuficiencia en el máximo grado posible, de nuestra preparación en defensa personal, de nuestra conivencialidad con otros, de nuestro despertar espiritual, de nuestra relación harmónica con la naturaleza y un regreso a una vida más sostenible.

Debemos estar preparadaos no solamente ante catástrofes súbitas, sino ante un mundo de catastrofe crónica y gradual: la degeneración de las ciudades, la indisponiblidad de energia y comida (o sus altos precios) el aumento de la delincuencia, y de la degeneración social que destruye las mentes y la sociabilidad, basada en el ego y el placer.

En definitiva, debemos estar preparados ante la emergencia, ante la decadencia general, y por un futuro mejor que nos toca a nosotros (no hay nadie más) reconstruír.

Sodoma y Gomorra

Estamos en tiempos de Sodoma y Gomorra, tiempos de apocalipsis, donde las catástrofes agudas y crónicas se combinan para hacer de la mayor parte del mundo un lugar brutal e inseguro.

Esta web nace con la idea de proporcionar a los lectores de habla hispana la información, los instrumentos, los principios y los conceptos que les ayuden a adquirir el máximo de autosuficiencia posible.

Nuestra misión

Nuestra misión tiene 4 ejes:

– preparación ante emergencias (crisis agudas)
vida en el campo (contra la crisis crónica, incluye convivialidad, relación con la naturaleza, espiritualidad, decrecimiento, permacultura, etc)
autodefensa, individual y comunitaria
monitoreo de crisis locales, regionales y globales

No solo proponemos los típicos artículos pragmáticos para enseñar a hacer tal o cuál cosa, a prepararse para eso o lo otro, a estar alerta ante aquello y lo de más allá, sino que también escribimos artículos que den a la gente una concepción ética, política, económica, ecológica, prosocial y antropológica de recuperación de un mundo equilibrado y basado en el afecto, el respeto, y el crecimiento personal y relacional.

Nosotros estamos aprendiendo también, y será siempre de terceros (de terceros con experiencia) que adoptaremos los contenidos y los mostraremos, a modo de trabajo de editor y filtro.

En una época con sobresaturación de contenidos, nosotros somos un filtro imprescindible para hacer el trabajo por ustedes y destilar las informaciones más relevantes.

¿Podemos confiar en el Estado?

Nuestra respuesta es NO, o no en el Estado demo-parlamentario social-demócrata occidental europeo actual (y creemos que en ninguna otra forma dentro de tal categoría).

Concebiríamos aceptable un Estado reducido a lo esencial, que dé a la gente cultura convivencial y relacional, y modos de ser lo más autosuficientes posible, Como sabemos las discrepancias ideológicas sobre el asunto, no llevaremos esta discusión mucho más allá, y nos centraremos en lo que nos une y no en la que nos separa: el Estado bajo su forma actual es un desastre.

Adicionalmente, ante una crisis (ya sea prolongada, aguda o crónica), sus servidores (policías, jueces, políticos, periodistas, etc) muestran ya, y seguirán demostrando, una tendencia a la cronificación mafiosa y al egoísmo, de manera que podemos contar con ellos cada vez menos, hasta el extremo en que desaparecerán o se unirán como un cuerpo mafioso si empiezan a ponerse las cosas realmente negras.

¿Confiamos en la capacidad de regeneración de las personas y la sociedad?

Sí, pero eso no ocurrirá sin un gigantesco trauma primero, que se acerca (eso creemos), y que deberemos atravesar, como una tormenta, para resurgir del oto lado, con la lección aprendida y con una nueva consciencia colectiva que nos de paz, prosperidad, respeto y equilibrio con el planeta. . Y, si estamos equivocados y no hay tal Desastre Total, dispondremos, como Survivalistas que somos, de riqueza experiencial, recursos propios, nuevas habilidades, un hobby interminable y muchas horas de trabajo y distracción satisfactorios, aprendiendo sobre “cosas preppers”.

¿Y cuando lo grave estalle?

Si la situación no solo es crónica (que ya lo estamos comprobando) sinó que se le suman graves crisis agudas… debemos saber que tendremos un auténtico horror.

Cuando lo grave estalle, esto podría ser pesadillesco.

Dictadura, virus, volcanes (La Palma), terremotos (Murcia), disturbios sociales, violencia ligada a las “poblaciones extranjeras” que están entrando en Europa, crisis del Estado (sanidad, infraestructuras), crisis de los servicios de salud, etc.

Ante emergencias, debemos estar preparados.

¿Qué haremos pues aquí?

Hablaremos sobre cómo prepararnos contra todas estas crisis.

Acumular alimentos, comprar tierras, construir tu casa, crear huerto, tener nociones de defensa personal, saber de energía solar, de electricidad, fontanería, mecánica de motores, etc.

Aprender habilidades perdidas de nuestros abuelos (y ancestros todavía más profundos en el tiempo!) que en gran medida los modernos urbanitas/suburbanitas hemos perdido; habilidades que sería útil si las comodidades modernas no están ya disponibles.

También tendremos artículos centrados en la creación de comunidades, recuperación de la ruralidad (aplicable a cada uno de nuestros países hispanos, con una sociedad rural más o menos amplia, a la que siempre respetaremos y de los que siempre aprenderemos), ética, convivialidad, defensa comunal, derecho natural, y en cierto modo, Revolución neo-rural como modo de ser y contrarrestar tanto las crisis como la degeneración del mundo Occidental.

Bienvenidos!